Dar carpetazo

No puedo dejar este día sin pararme a sentir el noveno aniversario del 11-M. Un asunto que impide dar carpetazo al asunto ya sea porque uno no se puede creer que unos terroristas suicidas no quieren morir por Alá en los atentados pero sí cuando les van a detener, y tampoco toda la campaña estatal para evitar que se investigue ante una total destrucción de las pruebas del caso. Todo esto me lleva a pensar en que no podemos quedarnos tranquilos con la verdad oficial, que ni se sabe cuál es. 

Marianico Rajoy no quiere saber nada del tema y ya se olvidó tras pasar las elecciones de 2008. ¿Cómo este señor se puede ir a la cama tranquilo? ¿Cómo su ministro del Interior puede descansar? ¿Cómo el ministro de Justicia puede ir con la cabeza alta? ¿Cómo es posible? Y es peor, ¿cómo alguien puede dar preferencia a la economía antes que a la justicia?  

He leído hace no mucho el libro de Regina Otaola, la alcaldesa de Lizarza. ¿Alguien se acuerda de ella? (Triste si no te acuerdas). Compensa leérselo simplemente para conocer su testimonio sobre cómo vivió la época de plomo y los asesinatos de ETA a cargos políticos en los noventa o el asesinato de Miguel Ángel Blanco. Del libro, me gustó mucho la claridad con la que habla, de los proyectos que llevó a cabo y de cómo habla de quienes han querido matarla. Cuenta también la tensión de vivir allí. Entre las anecdotas dice que dos militantes del PP al ver el cadáver de un compañero que le asesinaron con una moto bomba y que le destrozó la ropa que llevaba, se dijeron vamos a El Corte Inglés a comprarnos ropa interior para salir bien si vienen a por ellas. Sinceramente, ¿somos capaces de decir una frase así? Con todo lo que han pasado, sin saber que iban a volver a casa, ¿podemos estar callados? ¿no tenemos responsabilidad a la hora de apoyar a Marianico porque es "el menos malo"? Yo no puedo. Yo no olvido (grande Mingote). Como tampoco puedo callarme ante la canallada del 11-M, pero no por sus víctimas ya que necesitan Justicia, sino por mí. Porque el ataque fue contra toda España. Aunque no sea lo "correcto", me niego a olvidarme de las víctimas. Allá donde estén, yo estaré con ellas, y no podré nunca apoyar a unos que quieren dar carpetazo al asunto. Desde aquí si de algo sirve, cuentan con mi apoyo y mi admiración. Lo fácil será llamarme conspiranoico. Será eso...