Educación diferenciada

Lo de llegar a casa y abrir el buzón es separar las cartas de los folletos publicitarios, es todo uno. El otro día me detuve en una las publicidades porque encontré en uno de los panfletos el anuncio de la jornada de puertas abiertas de un colegio concertado y católico del barrio. El eslogan es Yo elijo... y el nombre del colegio. Esta frase iba acompañada de la foto de un chavalín sonriendo. Por la otra cara, el papel recogía los horarios de la cita y los temas y destacaba además que era bilingüe.

Por la información que aportaba, un colegio se puede posicionar por la cara de un niño sonriendo. Vale que ayuda pero todos los colegios pueden poner a niños sonriendo. Suponiendo que este anuncio responde a la necesidad de conseguir nuevos alumnos me he preguntado cómo se puede posicionar un colegio respecto a otros. Un padre elije el colegio por la ubicación, el precio y la formación. La ubicación se responde con rutas, el precio con listados, ¿y la formación? ¿Con niños riendo? Puede que haya un mercado para un órgano independiente que califique la formación de los colegios. Lo único que hay es el listado de Los 100 mejores colegios (aquí lo podéis descargar para ver si está el vuestro) que realiza el periódico El Mundo pero que no tiene mucho rigor y que se queda sólo en la valoración de sus instalaciones deportivas más que en la validez de su profesorado.

Seguro que gracias a este organismo independiente muchos colegios tratarían de mejorar, pero no creo que quieran ponerse bajo una lupa. En fin, y otro apunte curioso, el panfleto del colegio a pesar de ser católico, no decía nada de su enfoque educativo. Algo que podía ser diferencial, quedaba oculto. Pues, menuda sorpresa para el incauto.