miércoles, 3 de abril de 2013

Yo jibarizo, tú jibarizas, nosotros jibarizamos...

“Un periodista nunca revela sus fuentes”. “El medio es el mensaje”. “El exceso de información crea desinformación”…  Son algunas de esas verdades universales que nos graban a fuego en la facultad de periodismo y que, años después, todavía surgen como respuestas automáticas en muchas conversaciones sobre la profesión.

Mañana se presenta en Madrid el libro “La Comunicación Jibarizada”, del periodista Pascual Serrano: ese que nos demostró que se puede empezar como redactor en ABC para terminar fundando una revista como Voces, de IU, y un buque insignia de la izquierda alternativa como es Rebelión.org.

La tesis fundamental del libro: la revolución tecnológica y las nuevas formas de expresión online (tablets, smartphones, wifi, Twitter, Facebook, SMS, WhatsApp, Google) hacen que estemos tan ocupados, distraídos o abrumados por la información que nos llega que resulta difícil darnos cuenta de la forma superficial y “jibarizada” que adopta y del modo en que influye en nuestra manera de consumirla e interiorizarla.

Al leer la sinopsis del libro, muy alineada, por otra parte, con las ideas de la mayoría de los teóricos de la comunicación actuales, inmediatamente he pensado: “Claro. Es que el medio es el mensaje” y “Efectivamente. Es que el exceso de información crea desinformación”

Pero después me he parado un segundo y he vuelto a reflexionar: ¿De verdad los nuevos medios son tan superficiales? Porque, al menos para mí, twitter es mucho más que emisiones ininterrumpidas e inconexas de 140 caracteres. Para mi twitter es una conversación a base de titulares y de mensajes clave (o mensajes fuerza) destilados. Para mi twitter es una ventana abierta, a golpe de hipervínculos, a toda la información de la red.

Y ¿de verdad el exceso de información crea desinformación? ¿O es la incapacidad para categorizar, discriminar y procesar información la que jibariza nuestras mentes? Porque yo, particularmente, prefiero fijar mi propia agenda informativa en lugar de dejar que los medios fijen la agenda por mí.

1 comentario:

  1. No creo que hay un exceso de información. Si lo hubiera sabríamos más sobre las cosas. Lo que vivimos es un despegue de una ingente de voces que repiten lo mismo, con ciertos matices. Por eso, no creo que tengamos todo el acceso a la información del que digamos. Sin ir más lejos el otro día robaron un coche en mi calle y no sé qué hace la Policía para localizar al culpable, ni si es una ola de robos, ni qué puedo hacer para colaborar, ni nada. Si hubiera exceso de información podría tener información sobre este hecho, pero no. Lo que vemos son muchas voces que comentan y recomentan los mismos hechos. ¿Desinformación? Qué tontería si no la tenemos. ¿O alguien me puede decir que pasa con Francia y su paseo africano? Ni a los medios ni a twitter les parece interesar.

    ResponderEliminar

Free counter and web stats